jueves, 27 de enero de 2011

Pensión y política.

Diario HOY
Setenta parlamentarios jubilados tienen reconocido complemento de pensión con una aportación de las Cortes de 1.066 euros mensuales. Son el 1,94 por ciento de sus señorías desde 1977: en su mayoría parlamentarios de las primeras legislaturas que venían de la clandestinidad o del exilio y no cotizaron lo suficiente para tener la pensión máxima. Rajoy se propone pedir al Congreso que revise este complemento y se elimine cualquier cosa que pueda suponer un privilegio respecto al resto de ciudadanos. También podía solicitar la revisión/eliminación de las indemnizaciones por cese de actividad a las que tienen derechos sus señorías; revisión de las cuantías que los Presupuestos Generales establecen para la Casa Real y devolución al Estado de los salarios de los cargos políticos que además cobran del partido. Esta propuesta quizás no pretenda alimentar la leyenda urbana sobre los privilegios de la clase política, ni atizar el fuego de la desafección política o favorecer la crispación tabernaria. ¿O sí? Justo cuando es necesario e imprescindible alcanzar un pacto social.

miércoles, 26 de enero de 2011

Populismo sobre pensiones.

El Periódico Extremadura
Mariano Rajoy
Da igual que la popular Celia Villalobos defendiera hace unos días en un programa televisivo los complementos de jubilación de diputados y senadores aprobados en 2006 (pensión los denominaba el moderador del programa, con el BOE en la mano). También da igual que su partido hace menos de un mes en las mesas del Congreso y Senado rechazara la propuesta de suprimir dicho complemento, que había sido formulada por UPyD. Todo da igual, porque ya es leyenda urbana: los políticos son unos privilegiados en activo y de jubilados.

Pierde el tiempo quien se esfuerce en hacer pedagogía sobre que son 70 los parlamentarios jubilados que tienen reconocido dicho complemento con una aportación media de las Cortes de 1.066 euros mensuales. De nada servirá señalar que se trata de parlamentarios, en su mayoría, de las primeras legislaturas que venían de la clandestinidad o del exilio y no cotizaron lo suficiente para tener la pensión máxima. Tampoco servirá de nada referir que sus señorías no cotizan durante su permanencia en las Cámaras, con las obvias consecuencias en su prestación final si no recibiera algún complemento. La leyenda los sitúa como jubilados y con pensión máxima por estar 11 años en las Cámaras. Más aún, sus señorías salen de las Cámaras con pensiones vitalicias, según la dirigida leyenda.

La propuesta de Rajoy de pedir al Congreso que revise dicho sistema de compensación de pensiones y se elimine cualquier cosa que pueda suponer un privilegio respecto al resto de ciudadanos, bien podía ampliarla para revisar tanto las indemnizaciones por cese de actividad a las que tienen derechos sus señorías como las cuantías que los Presupuestos Generales establecen para la Casa Real. Luego vendría la propuesta de devolver al Estado los salarios de las señorías que cobran del partido, sean diputados, senadores, alcaldes, concejales, etc.

Atizar el fuego de la desafección política de la ciudadanía es fácil, pero irresponsable. Hacerlo ahora, cuando sindicatos, empresarios y Gobierno están negociando la reforma del sistema de pensiones, en nada beneficia al necesario e imprescindible pacto social. Más bien parece obedecer al cuanto peor mejor y a favorecer la crispación tabernaria, esta vez haciendo populismo con un puñado de complementos de parlamentarios jubilados, el 1,94% desde 1977.

martes, 25 de enero de 2011

Populismo con los complementos de jubilación de parlamentarios.

Nosolomérida
Mariano Rajoy y Celia Villalobos
Da igual que la popular Celia Villalobos defendiera hace unos días en un programa televisivo los complementos de jubilación de diputados y senadores aprobados en 2006 (pensión los denominaba el moderador del programa, con el BOE en la mano). También da igual que su partido político hace menos de un mes en las mesas del Congreso y Senado rechazara la propuesta de suprimir dicho complemento, que había sido formulada por Rosa Díez, líder de UPyD. Todo da igual, porque ya es leyenda urbana: los políticos son unos privilegiados en activo y jubilados.
Pierde el tiempo quien se esfuerce en hacer pedagogía sobre que son 70 los parlamentarios jubilados que tienen reconocido dicho complemento con una aportación media de las Cortes de 1.066 euros mensuales. De nada servirá señalar que se trata de parlamentarios, en su mayoría, de las primeras legislaturas que venían de la clandestinidad o del exilio y no cotizaron lo suficiente para tener la pensión máxima. Tampoco servirá de nada referir que sus señorías no cotizan durante su permanencia en las Cámaras, con las obvias consecuencias en su prestación final si no recibiera algún complemento. La leyenda los sitúa como jubilados y con pensión máxima por estar 11 años en las Cámaras. Más aún, la dirigida leyenda señala que sus señorías salen de las Cámaras con pensiones vitalicias con siete años de parlamentario.

Rajoy se propone pedir al Congreso de los Diputados que revise dicho sistema de compensación de pensiones y se elimine cualquier cosa que pueda suponer un privilegio respecto al resto de ciudadanos. También podía solicitar la eliminación de las indemnizaciones por cese de actividad a las que tienen derechos sus señorías; así como la devolución al Estado de los salarios de los cargos políticos que además cobran del partido y la devolución de la pensión vitalicia de 80.000 euros anuales que percibe del erario público su propio presidente honorífico, Aznar.

Esta propuesta alimenta la leyenda urbana sobre los privilegios de la clase política, atiza el fuego de la desafección política y favorece la crispación tabernaria cuando sindicatos, empresarios y Gobierno están negociando la reforma del sistema de pensiones. Bien parece obedecer al cuanto peor mejor, esta vez haciendo populismo con un puñado de complementos de parlamentarios jubilados (el 1,94 por ciento desde 1977) justo cuando en España es necesario y conveniente alcanzar un pacto social.

jueves, 20 de enero de 2011

Fusión autonómica.

Diario HOY
Para que España esté ordenada y financieramente sea viable, Aznar le pide a Rajoy que reordene las autonomías. Dice que tenemos un Estado marginal por tener 17 instituciones y 17 organismos que hacen las mismas cosas. También lo dice Monago, al defender que 45 parlamentarios en la Asamblea pueden hacer las mismas cosas que 65. Zafra como Sevilla la Chica y Agallas (Salamanca), que pedía anexionarse a Extremadura, serían buenas razones para que Badajoz pasara a ser la novena provincia de Andalucía y Cáceres la décima de Castilla y León. Una comunidad autónoma menos, dos diputaciones provinciales menos y un buen puñado de diputados, senadores, etc., menos. Después, Andalucía se uniría a Murcia; Castilla y León a Castilla-La Mancha y así sucesivamente hasta que España sea una. La capitalización del sistema de pensiones, la desregulación total de la negociación colectiva y otras iniciativas liberales se encargarían de hacerla grande y libre.

martes, 18 de enero de 2011

Andalucía 9, Castilla-León 10, de entrada.

El Periódico Extremadura
José Antonio Monago
Sevilla la chica dicen de Zafra; son tantas las similitudes con la fronteriza Andalucía, que bien podría la provincia de Badajoz pasar a ser la novena de Andalucía; presumiríamos de tener mar, serían nuestras también las playas donde veranean los pacenses y desaparecerían los litigios sobre el agua de nuestros ríos.

Por otra parte, la localidad de Agallas (Salamanca) que estaba dispuesta a plantear un referéndum vecinal donde se vote la segregación de Castilla y León para anexionarse a Extremadura (aspiran a tener así las mismas carreteras, sanidad y telecomunicaciones que los municipios limítrofes extremeños), tendría resuelto el problema pasando Cáceres a ser la décima provincia de Castilla y León.

De un solo plumazo: una comunidad autónoma menos, dos diputaciones provinciales menos y un buen puñado de diputados y senadores menos. Para Aznar, esta reforma supondría reducir el gasto del Estado, y que España empezaría a estar más ordenada y política y financieramente sería más viable. Además, si la escalada no cesa Andalucía se uniría a Murcia; Castilla León a Castilla la Mancha y así sucesivamente hasta que España sea una y grande. Con ello, desaparecería el inviable Estado marginal en el que nos encontramos por tener 17 instituciones que hacen las mismas cosas, 17 organismos que hacen las mismas cosas, según Aznar.

La capitalización del sistema de pensiones, la desregulación total de la negociación colectiva y otras iniciativas liberales se encargarían de hacer el resto: tranquilizar a los mercados y recuperar el prestigio internacional de España; también podríamos tener un mandatario con prestigio para poder poner los pies encima de la mesa del presidente Obama y retomar la senda de decidir sobre el orden internacional sin tener que contar con la ONU.

Aznar le pide a Rajoy que ponga este cascabel al gato: reordenar el estado de las autonomías. Monago también, léase su idea de reducir los parlamentarios extremeños de 65 a 45.

lunes, 17 de enero de 2011

16 comunidades autónomas, de entrada.

Nosolomérida
José Antonio Monago
Sevilla la Chica dicen de Zafra; son tantas las similitudes con la fronteriza Andalucía, que bien podría la provincia de Badajoz pasar a ser la novena de Andalucía; presumiríamos de tener mar, serían nuestras también las playas donde veranean los pacenses y desaparecerían los litigios sobre el agua de nuestros ríos. Por otra parte, la localidad de Agallas (Salamanca), que estaba dispuesta a plantear un referéndum vecinal donde se vote la segregación de Castilla y León para anexionarse a Extremadura (aspiran a tener así las mismas carreteras, sanidad y telecomunicaciones que los municipios limítrofes extremeños), tendría resuelto el problema pasando Cáceres a ser la décima provincia de Castilla y León.

De un solo plumazo: una comunidad autónoma menos, dos diputaciones provinciales menos y un buen puñado de diputados y senadores menos. Para Aznar, esta reforma supondría reducir el gasto del Estado, y que España empezaría a estar más ordenada y política y financieramente sería más viable. Además, si la escalada no cesa Andalucía se uniría a Murcia; Castilla León a Castilla la Mancha y así sucesivamente hasta que España sea una y grande. Con ello, desaparecería el inviable Estado marginal en el que nos encontramos por tener 17 instituciones que hacen las mismas cosas, 17 organismos que hacen las mismas cosas, según Aznar.
La capitalización del sistema de pensiones, la desregulación total de la negociación colectiva y otras iniciativas liberales se encargarían de hacer el resto: tranquilizar a los mercados y recuperar el prestigio internacional de España; también podríamos tener un mandatario con prestigio para poder poner los pies encima de la mesa del presidente Obama y retomar la senda de decidir sobre el orden internacional sin tener que contar con la ONU.

Aznar le pide a Rajoy que ponga este cascabel al gato: reordenar el estado de las autonomías. Monago también, léase su propuesta de reducir los parlamentarios extremeños de 65 a 45. De cuajar la propuesta, muchos no descartarían volver a contar con los cascos de caballos retirados.

sábado, 15 de enero de 2011

Plaza de la Concordia.

Diario HOY
Pedro Acedo no atendió la petición registrada en 2003 por la asociación de vecinos de Plantonal de Vera (Mérida) de llamar Plaza de la Concordia a la plaza de la barriada. El candidato José Ángel Calle se comprometió ante la junta directiva de la asociación a hacerlo si era elegido alcalde. Hace casi un año y en este medio, la presidenta de la asociación, Pilar Carrillo, afirmaba que la junta directiva había decidido proponer al delegado de Participación Ciudadana, Luis Valiente, el cambio de nombre de la plaza de la barriada con el objetivo de que fuera respetado el acuerdo de la asamblea vecinal de 26 de junio de 2003. Dos alcaldes, dos peticiones ignoradas; pero Calle aún tiene tiempo de atender esta petición democrática.

martes, 11 de enero de 2011

Intereses y principios.

Diario HOY
Le Keqiang y Zapatero
El peso económico de China y su presencia diplomática crecen; más aún en tiempos de crisis financiera mundial. El ministro chino Li Keqiang le ha dicho a Zapatero: "Las medidas que ha adoptado España ante la crisis son duras, pero necesarias y adecuadas". Ni Zapatero ni Rajoy dudan de los beneficios económicos que nos reportará que quien ejerce de banco central mundial apoye a la economía española: estamos ante los intereses. Otra cosa es el régimen de partido único, respecto a los derechos humanos, etc. en China: estaríamos ante los principios. Y tanto Zapatero como Rajoy parece que no están en posición de regatearle nada al emisario chino, sino más bien de emular a Marx (Groucho): «Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros».

lunes, 10 de enero de 2011

Principios e intereses, y soluciones políticas.

Nosolomérida
Zapatero y Li Keqiang
El peso económico de China y su presencia diplomática crecen, y más aún en los tiempos de crisis financiera mundial. El viceprimer ministro chino Li Keqiang en su reciente visita le ha dicho a Zapatero: "Las medidas que ha adoptado España ante la crisis son duras, pero necesarias y adecuadas". Zapatero y Rajoy no dudan de los beneficios económicos que nos reportará que quien ejerce de banco central mundial apoye a la economía española: estamos ante los intereses. Otra cosa es el régimen de partido único, respecto a los derechos humanos, etcétera, en China: estaríamos ante los principios. Y tanto Zapatero como Rajoy parece que no están en posición de regatearle nada al emisario chino, sino más bien de emular a Marx (Groucho): "Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros".
Probablemente la baja calificación de los partidos políticos y la creciente desafección política de la ciudanía pasen a la historia como hechos muy relevantes de 2010. Negar la realidad de la crisis y la insuficiente explicación de las medidas para contrarrestarla son los elementos que conforman la baja nota de unos, y la percepción de la escasa o nula colaboración con el Gobierno para superar la crisis económica constituye el núcleo de la baja nota de los otros.

Cuando Zapatero negaba la crisis, los demás dirigentes de su partido también lo hacían en público. Ahora que la credibilidad del presidente del Gobierno está bajo mínimos, casi todos los que miraron para otro lado ponen tierra por medio para salvaguardar su feudo. Marcan distancias para mantener su credibilidad, como si la parte no fuera percibida como común al todo. Parecen ajenos a que esa actitud de salvación propia contribuirá a una mayor caída de los suyos.

Por su parte, el principal partido de la oposición mostrará actitud seria y responsable apoyando parte de las reformas que el amortizado Zapatero pretende aprobar próximamente. Será su estrategia, su activo electoral: una muy medida colaboración con el Gobierno. Tanto el incremento de la protesta social (los líderes sindicales también se juegan su credibilidad) como la probable derrota electoral en las autonómicas y municipales de mayo 2011 se encargarán de hacer el resto.

Lo cierto es que tanto la complicada salida del actor principal como la táctica próxima de ahogadillas políticas no deberían ser impedimentos para una apuesta partidaria decidida por soluciones políticas. Estamos cansados de constatar que son parte del problema, deseamos verlos como agentes para la solución.

sábado, 8 de enero de 2011

2011, soluciones políticas.

El Periódico Extremadura
Probablemente la baja calificación de los partidos políticos y la creciente desafección política de la ciudadanía pasen a la historia como hechos muy relevantes de 2010. Negar la realidad de la crisis y la insuficiente explicación de las medidas para contrarrestarla son los elementos que conforman la baja nota de unos, y la percepción de la escasa o nula colaboración con el Gobierno para superar la crisis económica constituye el núcleo de la baja nota de los otros.

Cuando Zapatero negaba la recesión, los demás dirigentes de su partido también lo hacían en público. Ahora que la credibilidad del presidente del Gobierno está bajo mínimos, casi todos los que miraron para otro lado ponen tierra de por medio para salvaguardar su feudo. Marcan distancias para mantener su credibilidad, como si la parte no fuera percibida como común al todo. Parecen ajenos a que esa actitud de salvación propia contribuirá a una mayor caída de los suyos.

Por su parte, el principal partido de la oposición mostrará actitud seria y responsable apoyando parte de las reformas que el amortizado Zapatero pretende aprobar próximamente. Será su estrategia, su activo electoral: una muy medida colaboración con el Gobierno. Tanto el incremento de la protesta social (los líderes sindicales también se juegan su credibilidad) como la probable derrota electoral en las autonómicas y municipales de mayo 2011 se encargarán de hacer el resto.

Lo cierto es que tanto la complicada salida del actor principal como la táctica próxima de ahogadillas políticas no deberían ser impedimentos para una apuesta partidista decidida por soluciones políticas. Estamos cansados de constatar que son parte del problema, deseamos verlos como agentes para la solución.

lunes, 3 de enero de 2011

Sancho-pueblo.

Diario HOY
Discurso del rey en Nochebuena 2010
El Rey en su discurso de Nochebuena no apeló a las fuerzas políticas para alcanzar grandes acuerdos contra la crisis y sí al conjunto de los españoles y a los inmigrantes. La selección española entregándole la copa del Mundial de Fútbol era la única foto que le acompañaba en su discurso; todo un símbolo: "Debemos unir nuestras fuerzas para alcanzar nuevos logros colectivos, con confianza en nosotros mismos y en nuestro país". Se trata de seguir adelante a pesar del legítimo interés partidario, a pesar de las inmisericordes campañas contra los posibles sustitutos de ZP y a pesar de las últimas y ocurrentes promesas electorales. Es la hora de Sancho pueblo que pone su pecho a los hechos.