Ante
los actos que se están produciendo en torno al hecho educativo nos
encontramos con valoraciones diferenciadas a la hora de situarlos en el
plano del conflicto y/o en el de la violencia.
Hasta ahora, bien sea a nivel individual, bien colectivo, lo cierto es que tanto los padres y profesores como los sindicatos, partidos o Gobierno regional, formulan propuestas con la finalidad de contribuir a la resolución de los hechos que afectan al desarrollo normalizado de la praxis docente.
Mientras tanto, los docentes de la enseñanza concertada de Extremadura, que impartimos clases en 75 centros, con salarios entre un 18% y 27% inferiores y con jornadas lectivas de hasta un 39% superiores a las de nuestros homólogos de la pública, padecemos la ignorancia de la consejera de Educación –no contesta a la petición de reunión de Adecex de 7 septiembre-, y el olvido del presidente de la Junta –el Proyecto de PGEx 2008 no contempla ni un solo euro para la reclamada equidad.
Cuando se ignora nuestra voluntad de diálogo y se olvida nuestro derecho a la equidad, ¿se está desde el poder político ejerciendo violencia institucional contra los docentes de la enseñanza concertada extremeña?
Mantener a toda costa un conflicto hasta que la radicalización del colectivo fuerce a ser escuchados y atendidos, sería un pago inmerecido para quienes cada día contribuimos a la mejora de la calidad del servicio educativo, y lo hacemos, como se dice ahora, "de forma callada y eficaz"
Presidente de ADECEX
Presidente de ADECEX