Alumnos
de 5º de Primaria juegan un partidillo. Al final surge una pequeña
discusión entre un niño y una niña, que acaba en lágrimas y fuerte
desazón para ella.
El
maestro interviene para aclarar lo acontecido, que se resume en lo
siguiente: El niño ha puesto en boca de la niña una frase injuriosa que
la niña no ha dicho, y por ello la insultó. Aclarar el asunto, reconocer
la conducta inapropiada, pedir disculpas pertinentes, comunicar a los
tutores, aplicar corrección, etcétera, es la forma habitual que tenemos
para corregir las conductas que alteran la convivencia.
Eran las 14.00 horas, el padre de la niña pasaba a recoger a un sobrino; vio a su hija con lágrimas en los ojos y dijo: "¡Voy a por mi sobrino y a la vuelta veremos!".
El padre tuvo conocimiento de la aclaración, de las disculpas del niño,
pero al ver los ojos rojos de su niña dijo: ¡La próxima vez le das una
patada en los c-, y si no tiene bastante vengo yo a rematarlo! ¡No
quiero volver a verla así! El maestro repetía: "Así no debe educar". Era 27 de noviembre, Día del Maestro, yo estaba allí, los dos niños también.