El apellido lo lleva Petra, húngara. Se hace llamar periodista, de los
de “no dejes que nada te estropee una noticia, un titular, una foto”.
En la película Casablanca hay una escena memorable en la que por encima de la marcha militar que cantan los nazis en el café de Rick se impone La Marsellesa que Laszlo (Víctor) pide a los músicos que toquen. Junto a él cantan decenas de refugiados que huyen del terror del Tercer Reich, de la II Guerra Mundial. Por miles se contaron los refugiados húngaros que huyeron por entonces de las atrocidades nazis, de la muerte.
En la película Casablanca hay una escena memorable en la que por encima de la marcha militar que cantan los nazis en el café de Rick se impone La Marsellesa que Laszlo (Víctor) pide a los músicos que toquen. Junto a él cantan decenas de refugiados que huyen del terror del Tercer Reich, de la II Guerra Mundial. Por miles se contaron los refugiados húngaros que huyeron por entonces de las atrocidades nazis, de la muerte.
Estos días de nuevo
Laszlo se hace presente. Pero esta vez es real, nada de película. El
apellido lo lleva Petra, húngara. Se hace llamar periodista, de los de
“no dejes que nada te estropee una noticia, un titular, una foto”. Pero a
Laszlo (Petra) la han pillado fabricando noticia, titular, foto. La han
pillado pateando a refugiados que huyen del terror del ISIS. La han
pillado, y se justifica diciendo que fue “presa del pánico”. Debería ser
presa sine die de su conciencia.
Pero ojo, que las patadas a lo Laszlo (Petra) precisan
coros, muchos coros, que acompañen a Laszlo (Víctor) para hacerle frente
porque crecen las muestras de fascismo.