Apenas
había comenzado el 23 de mayo, cuando una parte de IU Extremadura
celebraba la oportunidad histórica de "abatir un kérenski". Había que
cuidar muy bien todos los elementos para que la caza fuera efectiva
(escenarios, soldados, armas y pertrechos, etcétera) porque la deseada
oportunidad era única. También había que estar al sumo cuidado de los
que intervendrían en contra, tanto desde el ámbito político propio como
desde el ámbito mediático.
Todo transcurrió según el guión: democracia pseudoreal para las asambleas de bases y democracia real para el Consejo Político Regional (CPR). Si las asambleas no resultaban positivas para el objetivo definido, siempre estaría el CPR para alcanzarlo.
Todo transcurrió según el guión: democracia pseudoreal para las asambleas de bases y democracia real para el Consejo Político Regional (CPR). Si las asambleas no resultaban positivas para el objetivo definido, siempre estaría el CPR para alcanzarlo.
Los
guionistas sabían que el CPR no rechazaría la posición que las
asambleas habían decidido, y se emplearon a fondo para lograrlo. Así fue
en el CPR ante 150 invitados que aplaudieron, entre otras cosas, la
decisión. Después vino Pedro Escobar, coordinador de IU Extremadura, a
decirnos el papel decisivo de los militantes del partido comunista de
Extremadura para que ganara la opción abstención en las asambleas de
Montijo y Olivenza.
Escobar
habló este martes en la Asamblea de los Doce Mandamientos, Refinería No
y 15M, luego votó abstención con la misma amargura que lo hacía su
compañero Víctor Cascos. El 7 de julio un kérenski será abatido porque
así lo decidió una parte de IU Extremadura. Es la parte que ve y vive la
caída de un kérenski como una necesidad histórica.
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