Rajoy ha dicho que "hay 180.000 extranjeros cobrando el desempleo» y que «este sector de población es muy consumidor de servicio público sanitario".
En nuestros pueblos tenemos muchas personas que en su día tuvieron que
emigrar al extranjero (Alemania, Bélgica, Francia...) para cubrir las
necesidades básicas de los suyos. Para algunos las cotizaciones "de
fuera" les han supuesto una ayuda extra en su pensión actual. Todos
recuerdan aquella etapa de su vida como de gran sacrificio personal y
familiar, y reconocen el derecho adquirido por haber cotizado "allí".
Un informe de la Fundación Ciencias de la Salud corrobora que los
inmigrantes no abusan de la sanidad pública, al contrario, la utilizan
en menor medida que la población española, excepto las urgencias.
Además, los últimos datos de la Seguridad Social dan cuenta de que las
afiliaciones de inmigrantes ascienden a2.151.880 y permiten a la
Seguridad Social aguantar en superávit. Es peligroso atizar el fuego
xenófobo, más en tiempo de crisis.
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