Durante
el tradicional mensaje navideño, el Jefe de Estado fue preciso y
contundente a la hora de solicitar "sentido de Estado" al partido del
Gobierno y al principal de la oposición para que España vuelva a crecer y
crear empleo. Se lo pedía a quienes actualmente son percibidos por la
ciudadanía como uno de los principales problemas del país, en lugar de
una variable para la solución.
El
aviso del Rey a los políticos puede parecer ingenuo, pues es
inimaginable que a estas alturas estén dispuestos a hacer un favor a
España y a los españoles sin que beneficie a sus intereses partidarios.
No dejamos de asombramos de la capacidad que demuestran para mirar para
otro lado. También el aviso debería ser útil para la ciudadanía que no
depura responsabilidades con quienes meten la mano o se comportan de
forma oportunista día tras día, tanto si tienen gran representación
electoral o les sobran asientos de un taxi para la que ostentan.
En
los tiempos que vivimos, la no neutralidad del Jefe de Estado era
precisa y necesaria como el agua de mayo. La pelota está en su tejado,
en el de los agentes sociales, económicos y políticos. Si el aviso cae
en saco roto, no los veremos ni por televisión. Además, no podrán
acusarnos de traición.
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