El
10 de marzo de 2005, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid
Manuel Lamela destituyó al doctor Montes y al resto del equipo de
Servicio de Urgencia del hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid) e
hizo pública la denuncia anónima, recibida el 2 de marzo, que acusaba a 15 médicos de haber cometido "400 homicidios" en el servicio de urgencias del hospital.
El
día 28 de enero de 2008, la Audiencia Provincial de Madrid ratificó en
un auto el sobreseimiento y archivo del caso de las presuntas sedaciones
irregulares en el hospital Severo Ochoa de Leganés y ordenó además que
se suprima toda referencia a la posible mala práctica de los médicos
denunciados.
El
pasado 26 de febrero, la presidenta de la comunidad de Madrid,
Esperanza Aguirre, se mostró muy preocupada por cómo el juez Baltasar
Garzón está enfocando la investigación de la supuesta trama de
corrupción y por las filtraciones sobre las conversaciones que afectan a
miembros del PP. Añadió: "esto no es serio, y como no es serio, el PP ha actuado con todos los medios que la justicia y la ley pone a su alcance".
Además bromeó diciendo: "Hay unas cintas que dicen cosas sobre cantidad
de gente, que es como si el alcalde de Torrejón dijera que tiene mucha
relación con Angelina Jolie, muy bien, que lo publique".
No
sabemos si consideraron muy serio el asunto, pero sobre la base de una
denuncia anónima realizaron un inmenso daño moral y profesional muy
difícil, casi imposible, de reparar a los profesionales el servicio
público sanitario del Severo Ochoa; para ello contaron con la ayuda
mediática de quienes condenaron inmediatamente al doctor Montes, que no
contó con su presunción de inocencia; apoyaron directamente al fiscal
instructor.
Ahora,
siendo la Fiscalía Anticorrupción quien desarrolla una amplia operación
contra presuntos casos de corrupción, bien condenan al mensajero; bien
arremeten contra el juez instructor, Garzón, para apartarlo; bien se
burlan del poder judicial, del propio sistema democrático, que es lo más
grave y preocupante.
La justicia acabará poniendo las cosas en su sitio, sólo es cuestión de tiempo.
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