Nosolomérida
Colegio "Josefinas" de Mérida, abril 2008 |
La consejera de Educación y Cultura, Trinidad Nogales, contestó: “Y esta modificación presupuestaria mínima lo que ha pretendido era hacer una actuación equitativa y justa hacia los docentes de la concertada que, como bien sabe, tienen en Extremadura uno de los más bajos niveles de reconocimiento, tanto laboral como de equiparación con respecto a los docentes de la enseñanza pública”.
Por su parte, el PSOE interpeló a la Junta
sobre las políticas de desarrollo y fortalecimiento de la enseñanza
pública de Extremadura. El diputado socialista Luciano Fernández dijo: "Ustedes
tiene un presupuesto que es un desastre, que es un desastre, donde
todavía no han hecho público cómo van a solucionar el agujero de 21
millones en la enseñanza concertada (10 millones para la infantil y
primaria, y 11 para la secundaria, formación profesional), que es su
responsabilidad". La consejera Nogales le respondió: "Hemos elaborado
unos presupuestos en 2012 que son tremendamente ambiciosos en una
situación absolutamente adversa, que no se le escapa a nadie, donde el
Gobierno, insisto, ha mantenido el nivel en educación por encima de ese
20%". Y la diputada popular María Josefa Valadés en su intervención para
cerrar el debate de la interpelación dijo: "En una época de dificultad y
austeridad habría que redoblar los esfuerzos necesarios para conseguir
una escuela pública de calidad. Ahora bien, no podemos confundir
términos. Hablamos de escuela pública. No hemos hecho distinción entre
público y privado: hablamos de centros sostenidos con fondos públicos.
Pues, bien, este nuevo Gobierno de la Junta de Extremadura, como ha
expuesto otra vez la consejera en este atril, tiene una apuesta decidida
por la educación pública, precisamente y en primer lugar, en un marco
de libertad, en un marco de libertad de elección de centro, que como
usted sabe también es un requisito importante para que sea una escuela
pública de calidad”.
La
consejera Nogales reconoce claramente ante la Asamblea de Extremadura
la deshomologación laboral y retributiva que padecen los docentes de la
privada concertada de Extremadura con respecto a sus homólogos de la
enseñanza pública y, a la vez, su compañera de partido, Valadés,
manifiesta que pública y privada concertada no deben distinguirse, por
aquello de estar sostenidas con fondos públicos. Incluso podemos
interpretar que esboza una novedosa clasificación de centros que
englobaría a los públicos + privados concertados: centros públicos en libertad de elección.
(Curiosamente un diario regional recogía el martes pasado una carta de
rectificación remitida por un sindicato representativo de la enseñanza
privada concertada de Extremadura en la que defendía la misma definición
de la privada concertada que hace la Junta. “La Educación Concertada es un servicio público aunque la titularidad de esta sea privada y por tanto es educación pública, no existiendo de facto ese enfrentamiento como parece indicar y desear el título del artículo”, dicen en dicha carta).
La diputada Valadés puede que sugiera la novedosa clasificación de los centros
como principio general de una nueva Ley de Educación, o quizás se trate
de un argumento para justificar cuantas modificaciones presupuestarias
corresponda hacer de la pública a la privada concertada y viceversa, y
todo queda en la casa de centros públicos en libertad de elección.
Luciano Fernández refirió en su intervención a una periodista que el 10 de marzo en este diario concluía la noticia ”Quién sabe cómo” de la forma siguiente: “El
sector no se ha atrevido a exigir más respuesta, ni la Consejería a
darla. Y ahora ya no solo faltan 21 millones, también claridad”. Puede
que el pasado jueves, y ante la Asamblea, la diputada Valadés le diera
la respuesta que busca, con la idea de la casa común de los centros
públicos en libertad de elección. Lo cierto es que, mientras tanto, el
Gobierno de Monago, la Junta, no impulsa la prometida homologación
retributiva y de jornada para los docentes de la privada concertada y
mantiene la misma posición de ”uno de los más bajos niveles de reconocimiento”, que
señaló en la Asamblea la consejera Nogales. Eso sí, puede que la
pretendida casa común de los centros públicos en libertad de elección
que sugieren los populares pase por una homologación de las condiciones
de trabajo del profesorado (jornada, retribuciones, etcétera) a la baja,
y así de paso quieran cuadrar las cuentas de los presupuestos
nacionales y regionales. O sea, lo que llaman reajustes.
Presidente ADECEX
Presidente ADECEX
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