La
presidenta de la Comunidad de Madrid incita a la rebelión contra una
ley aprobada por el legislativo, y que hará efectiva el Gobierno de
España. Esta vez se rebela contra la subida del impuesto del IVA,
anteriormente lo había hecho con la Ley del tabaco y con la asignatura
Educación para la Ciudadanía.
Más
allá de la repercusión económica que tal rebelión pueda tener sobre un
impuesto que goza de poca salud, lo cierto es que ampliar la sensación
de país ingobernable será letal para todos. Necesitamos alternativas
políticas, partidos, que generen confianza en la ciudadanía sobre la
base de sus propuestas en el Parlamento; también precisamos su lealtad
institucional, sean aprobadas o no sus propuestas.
Erigirse
en la defensora de recobrar la autoridad del profesor por ley y a la
vez mostrarse como ciudadana insumisa ante la ley, resulta harto difícil
de comprender. Menos aún lo es, comprobar que aventajados compañeros le
aplaudan la gesta y la acompañan en la revuelta.
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