Ley Presupuestos 2012, escondida.

El Periódico Extremadura

Monago y Escobar

El Estatuto establece en el artículo 78.5: “El proyecto de Presupuesto se presentará a la Asamblea de Extremadura antes del día 15 de octubre del año anterior al de su vigencia. Si la Ley de Presupuestos no estuviese publicada antes del primer día del ejercicio económico correspondiente, se considerará automáticamente prorrogado el presupuesto del ejercicio anterior hasta la aprobación del nuevo“.

Sobre este asunto, el presidente José Antonio Monago manifestó el pasado 14 de octubre que no puede elaborar las cuentas regionales para 2012 "sin tener una cifra cierta de la aportación del Estado a nuestras cuentas", y el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, le contestó este martes que el Gobierno de Extremadura "desde el día 28 de julio cuenta con el dato exacto del dinero procedente del Estado en materia de financiación autonómica”.

Todo indica que pasadas las elecciones del 20N, el Gobierno de Extremadura dará todos los pasos para que la Ley de Presupuestos esté publicada antes del 1 de enero de 2012. Nadie entendería la prórroga de los anteriores porque Monago los calificó de: “Presupuestos de plastilina, que la Junta los moldea según quiere para vestir el muñeco; que no son austeros, salvo que por austeridad se entienda menos inversión, más gasto y más deuda; que no son solidarios, porque suben los impuestos a todos los extremeños, sin excluir ni al pobre de pedir; que no son sociales, porque lo menos social de un presupuesto es generar año a año más parados; que van a hipotecar a los ciudadanos extremeños hasta las generaciones venideras; que no son cuentas para la ilusión, sino para la rendición; que solo van a profundizar en la penosa situación que vive la región; que traerán más paro y más ruina”.

Lo cierto es que sobre la Ley más importante para 2012, la mayoría de los extremeños no podrán rebelarse, ni pelear por la que quieren cuando voten el 20N, porque la tienen escondida. Si podrán sumarse a ella los de la fe en unos presupuestos como Dios manda.