Resulta cuanto menos curioso que el mismo día, 1 de mayo, encontremos en el periódico Extremadura las palabras sindicales, “en nuestro país y especialmente en Extremadura es el momento de la igualdad, el salario digno y la inversión productiva”, expresadas por un líder sindical, y estas otras, “garantizar
el buen funcionamiento de los mecanismos de reparto de la riqueza
generada a través de una mayor generación de empleo, una mayor
estabilidad de los puestos de trabajo y la mejora generalizada de los
salarios”, de otro líder sindical; y, a la vez, se recoja el trabajo de un profesional que, referido a Mérida, redacta lo siguiente: “Los
altos cargos municipales cobran 27.458 por varios complementos.
Superintendente, tesorero, interventor y secretario tienen la cuantía
más elevada. Pagar sólo a los mandos policiales supone 260.000 de
complementos”; añade que: “19
puestos son de libre designación desde que está el PSOE gobernando. La
mayoría de estos nombramientos son los que más complementos salariales
perciben y ocupan los mayores puestos de responsabilidad en los
distintos departamentos”.
Cuanta palabra sobre igualdad, salarios dignos, mejora de salarios, etc., etc., etc., y qué cercanas geográficamente están las medidas políticas aplicadas para acabar con las desigualdades salariales. ¿O no?
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