Nosolomérida
José Antonio Monago |
Sobre este asunto, el presidente José Antonio Monago manifestó el pasado 14 de octubre que no puede elaborar la Ley de los Presupuestos Generales de Extremadura (PGEX) para 2012 "sin tener una cifra cierta de la aportación del Estado a nuestras cuentas", y el secretario de Estado de Cooperación Territorial, Gaspar Zarrías, le contestó, este martes que el Gobierno de Extremadura "desde el día 28 de julio cuenta con el dato exacto del dinero procedente del Estado en materia de financiación autonómica”.
El
secretario general del PSOE y presidente del Grupo Parlamentario
Socialista-regionalista en la Asamblea de Extremadura, Guillermo
Fernández preguntó en el Pleno de la misma del jueves pasado: "¿Cuándo se presentarán los presupuestos generales de Extremadura? ". La respuesta del presidente Monago fue: "Una
vez tengamos la certeza de cuáles serán las trasferencias que
recibiremos por parte del Gobierno central". "Busquemos entre los tres
grupos parlamentarios una horquilla de previsiones que nos permita
aprobar los presupuestos", propuso Vara. Pero Monago no lo aceptó al considerar que se trata de "un ejercicio de magia”.
Todo
indica que pasadas las elecciones del 20N, el Gobierno de Extremadura
dará todos los pasos para que la Ley de Presupuestos esté publicada
antes del 1 de enero de 2012. De ahí que la vicepresidenta y portavoz
del Gobierno de Extremadura, Cristina Teniente, ante la posibilidad de
tener certezas en el plazo de un mes, manifieste: ”estamos trabajando en ello”. Además, nadie entendería la prórroga de los presupuestos 2011 porque Monago los calificó de: “Presupuestos
de plastilina, que la Junta los moldea según quiere para vestir el
muñeco; que no son austeros, salvo que por austeridad se entienda menos
inversión, más gasto y más deuda; que no son solidarios, porque suben
los impuestos a todos los extremeños, sin excluir ni al pobre de pedir;
que no son sociales, porque lo menos social de un presupuesto es generar
año a año más parados; que van a hipotecar a los ciudadanos extremeños
hasta las generaciones venideras; que no son cuentas para la ilusión,
sino para la rendición; que solo van a profundizar en la penosa
situación que vive la región; que traerán más paro y más ruina”.
Lo
cierto es que sobre la Ley más importante para 2012, la mayoría de los
extremeños no podrán rebelarse, ni pelear por la que quieren, cuando
voten el 20N. Si podrán sumarse a ella los de la fe en una política económica como Dios manda
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