Acampada en la Puerta del Sol |
Despacio pero sin pausa le contesta el Ejecutivo. Aguirre y Rajoy están en sintonía, dicen lo que dicen porque manejan los datos del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (según el cual los partidarios del centralismo se disparan en las comunidades autónomas del interior) y los de la última encuesta sobre la pérdida de la mayoría absoluta del PP en la Comunidad de Madrid.
Tanto la crisis como los recortes les pasan factura, pero fundamentalmente es la contestación ciudadana quién provoca tales expectativas electorales, según barómetros y encuestas. Distintas plataformas sociales (DRY, 15M, Frente Cívico Somos Mayoría?) anuncian concurrir a las elecciones con alternativa política. A todos ellos, los reta la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, a la vez que le dice a los suyos: “De ninguna manera podemos darnos por vencidos, no vamos a permitir que nos derroten y no vamos a caer en el fatalismo". Mientras, a salvaguardar al líder que el partido aguanta. No es economía, es ideología lo que defienden.
Ante esta viva lucha de clases el sociólogo Boaventura de Sousa Santos defiende que hay alternativa sobre la base de dos condiciones necesarias: "identificar las alternativas y dispones de actores políticos capaces de luchar por ellas".
Les facilitarán la victoria quienes alimenten agravios pasados entre quienes son del mismo bando. Entre ellos, no cabe sí se puede pero no quieren. Fue lo que escuchamos en las plazas públicas el pasado 1 de Mayo: alternativas que son el reverso de las políticas de reducción del déficit y llamadas a la unidad de acción.
Identificadas las alternativas no queda otra que poner al frente a sujetos políticos válidos al frente de las mismas. Proyectos y líderes con alturas de miras por encima de su propio ombligo. Aunque algunos tengan que espulgarse, pero “son necesarios porque sin ellos el capitalismo y los capitalistas se vuelven aún más salvaje”.
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