domingo, 15 de diciembre de 2013

No es tiempo de silencio

Nosolomérida
Rajoy en rueda de prensa

En el mes de julio Mariano Rajoy indignó a los medios de comunicación al romper el turno de palabra para poder leer su respuesta en la rueda de prensa que dio con el primer ministro polaco, Donal Tusk.
 
Pero podía empeorarse, de hecho este jueves varios informadores fueron testigos en Moncloa de un hecho vergonzante en una democracia que se presenta como tal. Acababan de enterarse que Moncloa decidiría en las comparecencias del presidente Rajoy con líderes internacionales qué medios preguntarían. En concreto, Antena 3, Telecinco y ABC serían los únicos en hacerlo en la rueda de prensa conjunta de Rajoy y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en lugar del procedimiento habitual de dividir el número de preguntas entre los medios nacionales y los extranjeros. Después, entre ellos acordaban el contenido de las mismas y quiénes interpelaban a Rajoy y al otro líder. Ante estos hechos, el titular era de libro: Rajoy muestra su respeto a la libertad de prensa.

Mientras tanto, en Extremadura el diario HOY denuncia que las empresas de la trama Gürtel facturó al PP extremeño 150.000 euros entre 1999 y 2004. El líder del PSOE regional, Fernández Vara, le pide explicaciones al presidente Monago pero lo remite a la nota enviada por el PP extremeño a los medios.

Dos escritores fijan posición sobre dichos hechos; de una parte Beatriz Gimeno le pide a los periodistas que lo que tienen que hacer es “levantarse e irse”; y Tomás Martín Tamayo pone en valor la credibilidad del diario HOY, a la vez que critica a los “medios que silban y se ponen de perfil”.

La llamada a la responsabilidad colectiva porque “todos estamos viendo, sabiendo y aceptando lo que está ocurriendo” que hace Gimeno, tiene su correlato con la descripción de Tamayo: “se trata de una comunidad somnolienta y resignada, que a duras penas sale del sesteo”. Pretenden amordazar a los ciudadanos y a los medios por su propia seguridad pero no lo van a conseguir porque la voz del pueblo no es ilegal. Tampoco podemos permitirnos, y de nuevo, más tiempo de silencio.

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