Monago hablando con Nogales, Escobar y Casco |
El pasado martes en el Congreso los seis diputados populares por Extremadura votaron contra la retirada del anteproyecto cuyo fin es derogar la ley de plazos e interrupción voluntaria del embarazo para sustituirla por una de supuestos. De nuevo esos seis diputados populares rechazaron este jueves en el Congreso iniciativa similar. Los seis, incluido Carlos Floriano, vicesecretario de organización del PP, en sendas ocasiones votaron en coherencia con el programa que presentó su partido en las pasadas elecciones generales y por el que fueron elegidos.
Aunque
este lunes el presidente regional del PP y de la Junta de Extremadura,
José Antonio Monago, presentaba iniciativa que parecía dirigida a conculcar dicha coherencia, lo cierto es que el jueves en la Asamblea de Extremadura Monago y su grupo parlamentario votaban en contra
de la propuesta socialista de
pronunciamiento de la Cámara instando al Gobierno de España a desistir
definitivamente de la tramitación del anteproyecto de Ley Orgánica de
Protección de los Derechos del Concebido y de la Mujer Embarazada,
manteniendo la regulación actual que permite el derecho de decisión de
la mujer y establece una normativa de plazos homologada a la de los
países europeos.
O
sea, que Floriano de una parte y Monago de otra, junto con diputados
nacionales y regionales, respectivamente, certificaban con su voto que
por encima de todo está Programa, Programa, Programa Electoral PP 2011: "Cambiaremos el modelo de la actual regulación para reforzar la protección del derecho a la vida, así como de las menores".
Mientras
tanto el equipo de Monago pretende convencernos de que el Presidente
del Gobex es muy guay, nada conservador. Es de lógica política, de
manual, que dicho equipo trabaje en esa línea, pero no alcanzamos a
comprender por qué los tres diputados de IU, Víctor Casco, Pedro Escobar
y Alejandro Nogales, amparan esa estrategia como hicieron este jueves
al votar favorablemente la iniciativa de los populares sobre
el asunto que nos ocupa. Y lo que es peor aún, contribuyen a la
distracción sobre lo principal, que es el dolor y sufrimiento que
padecen el pueblo extremeño como denuncian hasta la saciedad los
activistas del Campamento Dignidad.
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