No tiene ninguna gracia la grave
situación económica por la que están pasando millones de españoles junto
con el desarraigo que padecen los miles que se han tenido que ir fuera
de España a buscar trabajo. No vale el falso optimismo del presidente
Mariano Rajoy, La crisis ya es historia dijo el viernes, para edulcorar la ácida situación. Ese optimismo no lo comparten ni los suyos.
Rajoy nos habla de fin de la crisis justo cuando el Consejo General del
Poder Judicial informa que los desahucios aumentaron un 7% en el tercer
trimestre respecto al mismo periodo de 2013:se alcanzaron los 13.341 desalojos, de todo tipo de inmuebles, no sólo de viviendas, y la deuda pública alcanza el
96,8% del Producto Interior Bruto.
El mantra del optimismo es muy utilizado
por el presidente José Antonio Monago. Recordamos que a mediados de
julio de 2012 nos dijo que no podíamos estar en club de los pesimistas. Un año después que el pesimismo vende pero no contribuye al progreso. En mayo 2014 nos trajo el mensaje del optimismo
de los retos de los extremeños frente al catastrofismo de otros. Ayer
Monago nos hablaba de nuevo de optimismo, justo cuando conocíamos que
los desahucios crecen el 46,6% anual en Extremadura en el tercer trimestre, y la deuda pública de Extremadura es de de 2.960 millones de euros, 416 millones más que en el mismo período de 2013, según el Banco de España.
Aquí el Gobex con el humo de la “Casa del Río” y el concierto de Woody Allen y allí en Madrid, y si pueden en toda España, con el mundo del “pequeño Nicolás”. Pero no habrá tregua ante tantas agresiones, no puede haberla. Hasta puede que tenga razón quien dice que ahora o nunca.
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