El Rey estaba de caza en Botsuana mientras los mercados
incrementaban la ofensiva sobre la deuda soberana de España (la prima superó
los 430 puntos). Iba a matar elefantes mientras el Ibex 35 bajaba a niveles de
2009. Estaba de caza cuanto se iniciaba la crisis con Argentina por Repsol‐YPF
y se celebraba la Cumbre de las Américas sin su presencia en la misma para
defender nuestros intereses.
Es poco relevante si el Rey informó al Gobierno sobre dicha caza;
tiene relativa importancia el coste del mismo (en todo caso la presunta
invitación no incluye los gastos del médico y tres escoltas que lo acompañan
habitualmente, ni la manutención, desplazamiento y alojamiento)
La cuestión central es que, cuando todavía resonaban las palabras
de su mensaje navideño: "necesitamos rigor, seriedad y ejemplaridad en
todos los sentidos", y las ulteriores sobre "el esfuerzo de
todos" ante tanto desempleo juvenil que le quitaba el sueño,
descubrimos que el Rey ha perdido los valores que aparentemente lo vestían. Se
muestra más que desnudo en la misma semana que se desplomó la confianza de los
españoles en el Gobierno. Nos acordamos de: "Todo por España", que
dijo su padre cuando abdicó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario