Ultima prórroga para el Rey.

El Periódico Extremadura

Juan Carlos I se disculpa

El primero de la Casa de Borbón que reinó en Francia fue Enrique IV. Los franceses lo conocen como Henri le Grand (Enrique el Grande) o Le bon roi Henri (El buen rey Enrique. Lo cierto es que para reinar allí tuvo que abjurar de su protestantismo (condición impuesta por el Rey de España, Felipe II), y convertirse al catolicismo. La historia cuenta que lo hizo el 25 de julio de 1593, y con la frase: "Paris vaut bien une messe" ("París bien vale una misa"). Nadie dudó de su disfraz de cinco palabras con tal de mantener el poder.

Todos los españoles (salvo la infanta Elena), han conocido la polémica sobre la cacería de elefantes del Rey en Botsuana durante la semana de grave crisis económica de España. La desafección de la ciudadanía a la Corona por tal comportamiento ha condicionado al Rey, quien momentos después de recibir el alta clínica ha dicho: "Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir".

Mientras los partidos políticos alaban el gesto de la disculpa del Monarca (que no perdón), la ciudadanía, además, observaba su cara. Esperamos que sus palabras se traduzcan en hechos. Once palabras no son suficientes para reponer la credibilidad ética y estética perdida. Tampoco son tiempos de disfraces. Ya no habrá más prórroga. España no puede permitírselo.