Es
como denominan al proceso de primarias, que ahora toma nuevos bríos por
la disputa entre Tomás Gómez y Trinidad Jiménez para arrebatarle la
presidencia de la Comunidad de Madrid a Esperanza Aguirre. Si Tomás se
hubiera retirado aparecería como un hombre de gran responsabilidad
política; como no lo hace, pues es la democracia interna el concepto
puesto en valor. Los dos saben que los adversarios están fuera, pero que
el mayor enemigo está dentro y muy cerquita casi siempre. Si la
encuesta circulante se valida en las urnas de las primarias del 3 de
octubre y en las autonómicas de 2011, todo serán felicitaciones para
Zapatero; en caso contrario, si gana Tomás las primarias y conquista
Madrid, también felicitarán a Zapatero. Otra cosa sería el fracaso de
los dos candidatos; tozudez presidencial, falta de neutralidad de la
dirección, etc. serán los adjetivos empleados de los unos contra los
otros. Incluso podría haber primarias para ser candidato a la
presidencia del Gobierno.
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