El
Rey en su discurso de Nochebuena 2009 apeló directamente a los partidos
políticos para a superar la crisis. Hizo dos peticiones expresas: "aplicar mucho sentido de Estado, tanto a la hora de gobernar, como de ejercer la oposición" y "sellar un gran acuerdo en materia de educación". Visto el fracaso cosechado, en su discurso de Nochebuena del 2009 no les ha hecho a los políticos ninguna petición directa.
En
cambio sí se ha dirigido al conjunto de los ciudadanos españoles e
inmigrantes para infundir confianza sobre sus capacidades para superar
la crisis. "Debemos unir nuestras fuerzas para alcanzar nuevos logros colectivos, con confianza en nosotros mismos y en nuestro país" remarcó.
Todo
un símbolo ilustraba sus palabras: la fotografía de la selección
española entregándole la copa del Mundial de fútbol. Esta única foto que
le acompañaba representaba la España orgullosa de su pluralidad y
diversidad, el interés general. De fondo, un mensaje nítido de apelación
al pueblo para seguir adelante.
Se
trata de continuar adelante a pesar del legítimo interés partidista, a
pesar de las inmisericordes campaña contra los posibles sustitutos de ZP
y a pesar de las últimas y ocurrentes promesas electorales populares.
Es la hora de Sancho-bueno, Sancho-arcilla; es la hora, como siempre, de Sancho-pueblo que pones tu pecho a los hechos.
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