El
Rey en su discurso de Nochebuena no apeló a las fuerzas políticas para
alcanzar grandes acuerdos contra la crisis y sí al conjunto de los
españoles y a los inmigrantes. La selección española entregándole la
copa del Mundial de Fútbol era la única foto que le acompañaba en su
discurso; todo un símbolo: "Debemos unir nuestras fuerzas para alcanzar
nuevos logros colectivos, con confianza en nosotros mismos y en nuestro
país". Se trata de seguir adelante a pesar del legítimo interés
partidario, a pesar de las inmisericordes campañas contra los posibles
sustitutos de ZP y a pesar de las últimas y ocurrentes promesas
electorales. Es la hora de Sancho pueblo que pone su pecho a los hechos.
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