El
viernes 17 Izquierda Unida presentó al PSOE y PP su propuesta para la
rectificación y giro a la izquierda de la política en Extremadura,
recogida en Doce Mandamientos. Rectificar y girar a la izquierda
solamente era posible demandárselo al PSOE, luego guiño a Vara. Doce
Mandamientos es nomenclatura propia de Anguita (defensor de la
abstención de IU), luego guiño a Monago.
El sábado 18 tanto PP como PSOE aceptaban con matices los Doce Mandamientos de IU, pero no hubo lugar a discutir sobre programa, programa, programa, porque el domingo 19 Pedro Escobar comunicaba que 28 compañeros (entre ellos Nogales) del Consejo Político Regional habían votado dejar gobernar al PP porque les parece la opción menos mala. Después nos dijeron que entre los miembros (19) que votaron por dejar gobernar al PSOE se encontraban Escobar y Cascos.
El sábado 18 tanto PP como PSOE aceptaban con matices los Doce Mandamientos de IU, pero no hubo lugar a discutir sobre programa, programa, programa, porque el domingo 19 Pedro Escobar comunicaba que 28 compañeros (entre ellos Nogales) del Consejo Político Regional habían votado dejar gobernar al PP porque les parece la opción menos mala. Después nos dijeron que entre los miembros (19) que votaron por dejar gobernar al PSOE se encontraban Escobar y Cascos.
La
propuesta programática daba satisfacción a los votantes que se habían
guiado por el mensaje de campaña: "IU no apoyará ni por activa ni por
pasiva ninguna investidura del PP ", sólo quedaba negociar y acordar el
programa, programa, programa, pero tal negociación resultó non nata. Los
electores militaron en el antes del 22M pero les hurtaron la militancia
después de votar. Otra vez la máxima de "vota cada cuatro años que nosotros decidimos por ti", que es justo lo contrario de lo que nos preguntará el Movimiento 15M en el referéndum del próximo 15 de octubre.
La
abstención de Nogales es sobrevenida al 22M, y no obedece a razones
programáticas, es obvio; es de otra índole. Golpean a los dirigentes del
PSOE sobre el trasero de los votantes de dicho partido y de la inmensa
mayoría de los que votaron a IU-Verdes-SIEX en Extremadura. Puede que
cobrársela tocando la herida del PSOE sea estimulante para algunos de
IU, pero la rebelión de unos pocos contra sus dirigentes se traducirá en
el hundimiento de la propia organización. Otra vez lo viejo no acaba de
morir y lo nuevo no acaba de nacer, pobre IU.
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