El consumo eléctrico del día de la última huelga general, 29 de marzo
de 2012, fue del 87 por ciento con respecto al de un domingo. Ese
parámetro fue el utilizado por el profesor Vicenç Navarro para valorar
su seguimiento. "Ello es una muestra clara de que la gran mayoría de la
gente no trabajó el día de la huelga general, y una protesta en defensa
de la democracia española, protestando por el incumplimiento de las
promesas electorales del PP", concluyó Navarro.
El pasado domingo
este diario informaba: "La demanda de electricidad descendió un 3,5 por
ciento durante el 2011 en Extremadura y un 2,2% en el conjunto del
Estado, debido a que los estancamientos de la situación económica llevan
aparejados habitualmente un frenazo en la actividad industrial y
comercial, y por tanto en el consumo eléctrico de las empresas". También
supimos ese día que lo recaudado en la región por IVA en los primeros
seis meses de 2012 había sido un 29,5% menos de lo recaudado en el mismo
periodo del año anterior porque bajó el consumo. Además, conocimos que
economistas de la UEX auguran que la caída será mayor con la subida del
IVA por la misma razón: bajada del consumo.
A los recortes de
Rajoy y Monago, unido a tanta desesperanza insuflada desde el poder, la
ciudadanía responde con menos gasto energético y menor consumo. El
contador no engaña. La respuesta del pueblo parece una silente y
continua huelga general. A modo de desobediencia civil activa, bien
parece indicar la cuenta atrás para todo un sistema (económico,
político, moral y ético). Federalismo, renta básica, capital humano..., y
el contador en marcha.
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