Marcelino Camacho en la Huelga General de 1985 |
Nos acordamos de algunas de las razones que las impulsaron: aumento del periodo de cálculo de las pensiones de dos a ocho años; abaratamiento del despido y plan de empleo juvenil (contrato basura); empeoramiento de la percepción de las prestaciones por desempleo; facilitación del despido y recortes salariales (decretazo); prolongación edad jubilación y del cómputo de cálculo de la misma; despido más barato y fácil. La séptima se desarrollará mañana, 14-N, y entre las motivaciones están los recortes en educación, sanidad y prestaciones por desempleo.
Nos dijeron que fueron unos 30.000
millones de pesetas el coste de la huelga general de 1985, y entorno a
los 400.000 millones la del 14-D; que la caída del consumo eléctrico
fue: 27,5% en la de 1994; 20,8% en la de 2002; 16,9% en la de 2010 y del
16,3% en la del pasado 29-M. (El profesor Viçens Vavarro denuncia
la manipulación de los datos sobre la huelga general y defiende la
comparativa con el consumo eléctrico de un domingo, y pone el ejemplo de
la última (29-M) que fue del 87 por ciento). Por otra parte, nos
enteramos que el secretario general de la UGT, Nicolás Redondo, dimitió de su acta de diputado socialista y Manuel Chaves dejó la cartera de ministro de Trabajo con motivo de la del 14-D. También dimitieron Juan Carlo Aparicio, ministro de Trabajo, y su compañero y portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas Alonso, con motivo de la huelga de 2002(CCOO: Urdaci dixit). Tras la huelga de 2010, dimitió Celestino Corbacho, ministro de Trabajo.
Sabemos que, aunque el contrato basura y el decretazo
pasaron a mejor vida, los elementos regresivos de las sucesivas
reformas laborales no fueron suprimidos. También nos dicen que el inicio
de la caída del voto del PSOE está en el 14-D, y que la del 2010 (junto
con la reforma del artículo 135
de la Constitución, sin referéndum) lo aceleró. Pero por encima de
otras consideraciones está la reivindicación de la política para las
personas, cuestión esencial de la huelga general de mañana. Confundir valor y precio de esa lucha sería de necios.
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