Manifestación, Mérida 10 enero 2014 |
Tras ser imputada la infanta Cristina de Borbón en el “caso Noos”, uno de sus abogados, Jesús María Silva, ha dicho a modo exculpatorio que “el amor, matrimonio y desconfianza son absolutamente incompatibles”. Partiendo de que la Infanta está enamorada de su marido y que el amor es ciego, concluye que es inocente. ¡Cuánto nos recuerda al manual católico “cásate y sé sumisa”!. ¡Quién nos iba a decir que en la realeza se cumple la recomendación de "cuando tu marido te dice algo, lo debes escuchar como si fuera Dios el que te habla”!. En fin, nos quedamos con “la ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento”.
También de amores y leyes hablaron ayer María Luisa Prudencio, Rafael
Mayoral, Pablo Iglesias, Diego Cañamero, Manuel Cañada, Julio Anguita, y
un dúo musical por sevillanas, en el acto político
que tuvo lugar en el Centro Cultural Alcazaba de Mérida una vez
terminado el “Encierro Dignidad” y la manifestación. Pero ellos llamaron
a enamorar al pueblo para que la dignidad sea denominador común.
Utilizaron los conceptos: requisar, tomar, poder político, acción no
violenta continua en la calle, Constitución, etcétera, como herramientas
del pueblo durante la resistencia. Enarbolaron como bandera la Ley de
los Derechos Humanos para exigir la aplicación de la justicia a los
responsables de la estafa, que llaman crisis. Destacaron que no cabe
ignorancia de la ley, ni privilegiados de la justicia. ¡Pan, justicia y
libertad!, coreaban los presentes y, a la vez, rendían homenaje a los
actores desconocidos que dan muestras diarias de dignidad.
Anguita, Cañada, Cañamero, Iglesias, Mayoral, Prudencio…escenificaron
el primer paso del amor en Marcha 22M. Amor solidario, real,
desinteresado.
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