Pablo Iglesias y Ada Colau |
Una forma de desprecio a lo
identificado como “clase política” ha ido creciendo paulatinamente en el
pueblo en la medida que sus condiciones socioeconómicas las empeoraban
los hegemónicos. Paralelamente, también crecía la negativa a seguir el
consejo del dictador Franco: “no se meta usted en política”.
Muestra de esas dos caras fueron los resultados en
España de las elecciones al Parlamento Europeo de 2014. Algo nuevo
empezaba a nacer con el objetivo de que lo viejo acabara de morir. Luego
vinieron las elecciones en Andalucía para confirmar el principio del
fin del modelo bipartidista.
Ahora el partido de José Antonio
Monago se agarra a un supuesto cariño del pueblo ante los resultados
adversos que predice la última encuesta del Centro de Investigaciones
Sociológicas en la región. Curiosamente, Monago hizo lo mismo el pasado
mes de marzo cuando un sondeo de Sigma Dos recogía que los extremeños lo
preferían para presidir la Junta. “Noto el cariño de los extremeños y
es lo que me da fuerzas para seguir trabajando día tras día", dijo por
entonces.
Sabemos del poder que acumula su gobierno para
escribir y repetir de forma cansina su figurado relato. Pero han sido
tantas las evidencias del auténtico relato, tanto reciente: denuncias a
interlocutores sociales, a policías, a desahuciadas, a la Delegación del
Gobierno, insultos a adversarios, etc., como anterior: cierres de
centros de salud, copago farmacéutico, tasa del agua, etc., que se hace
imparable el cambio. Además, como el affaire “viajes a Canarias”, “2
Sures”, la supuesta apropiación del logo campaña “Hacemos Extremadura” y
la retirada de la música tradicional del PP en sus actos políticos roza
el esperpento, está contribuyendo al reforzamiento del empoderamiento
ciudadano.
También será fruto del empoderamiento la nula
representación que obtendrán los que dieron el cambiazo en 2011. Será
la resultante de la constatada inútil fuerza política (tres diputados)
que desarrollaron durante cuatro años para quienes debían defender.
Por
el contrario, se muestra con esperanza e ilusión lo que acaba de nacer.
Más política vendrá con su representación institucional si no abandona
su papel en la calle. En ella están los combativos campamentos dando
muestra evidente del empoderamiento ciudadano, de la política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario