miércoles, 4 de enero de 2012

Del presidente Rajoy, preocupa más la falta de liderazgo.

Extremadura al día
Mariano Rajoy
El presidente Rajoy durante el debate de investidura para presidente del Gobierno de España del pasado 19 de diciembre negó tres veces que fuera a subir los impuestos.

Negó por primera vez la subida dirigiéndose a Rubalcaba en los términos siguientes: "Yo tengo que decir que mi intención es no subir los impuestos, porque en un momento como este, y más a los pequeños y medianos empresarios o a las empresas, con las dificultades que están pasando, no me parece lo más razonable".

Negó la subida por segunda vez respondiendo a Durán i Lleida: "Ha dicho que comparte el principio de estabilidad presupuestaria y que los ingresos deben aumentar por vía de crecimiento y del empleo, lo cual es una apelación a no subir los impuestos, sobre todo en una situación como la que estamos viviendo en estos momentos en España. Yo estoy sustancialmente de acuerdo con estos principios generales que usted acaba de afirmar y, por tanto, no voy a entrar en más detalles, porque sería repetir lo que usted ha dicho, que a su vez era lo que yo había afirmado por la mañana".

Y por tercera vez Rajoy negó la subida de impuestos, esta vez dirigiéndose a IU y a ERC, de la forma:"Soy consciente de que es importante que haya consumo en España, que haya inversión. Por eso no quiero subir los impuestos, porque eso va contra la inversión y contra el consumo".

Esa misma posición política mantuvo Rajoy estando en la oposición; en muchas ocasiones le exigió al gobierno de Zapatero que no subiera los impuestos a los españoles. Sin embargo, diez días después de ser investido, su Gobierno nos comunicó que creaban un gravamen complementario para reducción del déficit público temporal (2012 y 2013) y progresivo (del 0,7% al 7%) en el impuesto sobre la renta de las personas físicas. (Nos ilustraban con un ejemplo: para una familia con dos hijos y declaración conjunta con ingresos de 30.000 euros, el incremento de cuota es 151,81 euros al año). También comunicaba su Gobierno otro gravamen complementario para las rentas del ahorro en porcentajes que oscilan entre el 2 y 6%. A la vez, quedaba lejos otro anuncio de Rajoy: "El Gobierno dará cumplimiento a uno de sus grandes compromisos electorales: la actualización del poder adquisitivo de las pensiones a partir del 1 de enero de 2012?; porque su Gobierno las ha subido el 1% ciento, siendo la inflación del 2,4%. Esto que para Rajoy es un "recargo temporal de solidaridad" está en el último BOE de 2011, en forma de Real Decreto-ley 20/2011 de medidas urgentes en materia presupuestaria, tributaria y financiera para la corrección del déficit público.

La coartada de Rajoy es que el Gobierno anterior no había cumplido los objetivos del déficit, pero Cristóbal Montoro situó la desviación sólo en tres décimas, 5,1% frente al 4,8%. Todo indica que Rajoy sabía antes de su investidura que el agujero sobre las previsiones estaba en las CCAA y que era sobre el 8% en lugar del 6% previsto. Hoy mismo el Gobierno de España ha tenido que salir por primera vez al rescate de una comunidad autónoma, la Generalitat Valenciana, para evitar su asfixia financiera. De ahí que Alfredo Pérez Rubalcaba le exigiera a Rajoy: "El ajuste del Estado es para el déficit del Estado, y si a las CCAA se les ha escapado el déficit, son las CCAA las que tienen que corregirlo".

La ciudadanía ya ha valorado el compromiso contraído por Rajoy sobre los impuestos, tanto el del día de su investidura: "Decir siempre la verdad, aunque duela, decir la verdad sin adornos y sin excusas, llamar al pan, pan y al vino, vino," como el de veces anteriores. Está roto ese compromiso, y seguramente Rajoy lo da por amortizado.

Ahora a la ciudadanía le preocupa mucho más que no dé la cara para explicar las medidas de corrección del déficit público, tanto referidas a las subidas de impuestos (IRPF, rentas de ahorro, IBI, etcétera) y no actualización del poder adquisitivo de las pensiones como a la congelación salarial de los trabajadores adscritos a la Administración.

Preocupa que no lidere la situación económica de España. La incertidumbre es no saber a dónde ni por donde nos llevan con estas medidas de corrección del déficit público, porque medidas semejantes han ocasionado en Grecia e Irlanda una profunda recesión, con un descenso del PIB real en ambos países de más del 10%.

Los ciudadanos constatamos que Rajoy primero oteó la finca desde allende los Pirineos en compañía de Sarkozy y Merkel y anotó las labores que le recomendaron hacer en la misma, que bien parecen señalarnos a todos y cada uno de los españoles el camino de gasta menos, debe menos, hunde la economía. Pasado un tiempo los ciudadanos le preguntamos: ¿Dónde están los estímulos: labores previas, siembra y cuidados ulteriores?. Los brazos no pueden continuar caídos sobre la base de si finca más o menos esquilmada por los tales o los cuales. Hace falta liderazgo, estimulaciones no sólo económicas, para impedir que avancemos hacia un pueblo yermo.

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