Extremadura al día
Mariano Rajoy |
Negó
por primera vez la subida dirigiéndose a Rubalcaba en los términos
siguientes: "Yo tengo que decir que mi intención es no subir los
impuestos, porque en un momento como este, y más a los pequeños y
medianos empresarios o a las empresas, con las dificultades que están
pasando, no me parece lo más razonable".
Negó
la subida por segunda vez respondiendo a Durán i Lleida: "Ha dicho que
comparte el principio de estabilidad presupuestaria y que los ingresos
deben aumentar por vía de crecimiento y del empleo, lo cual es una
apelación a no subir los impuestos, sobre todo en una situación como la
que estamos viviendo en estos momentos en España. Yo estoy
sustancialmente de acuerdo con estos principios generales que usted
acaba de afirmar y, por tanto, no voy a entrar en más detalles, porque
sería repetir lo que usted ha dicho, que a su vez era lo que yo había
afirmado por la mañana".
Y
por tercera vez Rajoy negó la subida de impuestos, esta vez
dirigiéndose a IU y a ERC, de la forma:"Soy consciente de que es
importante que haya consumo en España, que haya inversión. Por eso no
quiero subir los impuestos, porque eso va contra la inversión y contra
el consumo".
Esa
misma posición política mantuvo Rajoy estando en la oposición; en
muchas ocasiones le exigió al gobierno de Zapatero que no subiera los
impuestos a los españoles. Sin embargo, diez días después de ser
investido, su Gobierno nos comunicó que creaban un gravamen
complementario para reducción del déficit público temporal (2012 y 2013)
y progresivo (del 0,7% al 7%) en el impuesto sobre la renta de las
personas físicas. (Nos ilustraban con un ejemplo: para una familia con
dos hijos y declaración conjunta con ingresos de 30.000 euros, el
incremento de cuota es 151,81 euros al año). También comunicaba su
Gobierno otro gravamen complementario para las rentas del ahorro en
porcentajes que oscilan entre el 2 y 6%. A la vez, quedaba lejos otro
anuncio de Rajoy: "El Gobierno dará cumplimiento a uno de sus grandes
compromisos electorales: la actualización del poder adquisitivo de las
pensiones a partir del 1 de enero de 2012?; porque su Gobierno las ha
subido el 1% ciento, siendo la inflación del 2,4%. Esto que para Rajoy
es un "recargo temporal de solidaridad" está en el último BOE de 2011,
en forma de Real Decreto-ley 20/2011 de medidas urgentes en materia
presupuestaria, tributaria y financiera para la corrección del déficit
público.
La
coartada de Rajoy es que el Gobierno anterior no había cumplido los
objetivos del déficit, pero Cristóbal Montoro situó la desviación sólo
en tres décimas, 5,1% frente al 4,8%. Todo indica que Rajoy sabía antes
de su investidura que el agujero sobre las previsiones estaba en las
CCAA y que era sobre el 8% en lugar del 6% previsto. Hoy mismo el
Gobierno de España ha tenido que salir por primera vez al rescate de una
comunidad autónoma, la Generalitat Valenciana, para evitar su asfixia
financiera. De ahí que Alfredo Pérez Rubalcaba le exigiera a Rajoy: "El
ajuste del Estado es para el déficit del Estado, y si a las CCAA se les
ha escapado el déficit, son las CCAA las que tienen que corregirlo".
La
ciudadanía ya ha valorado el compromiso contraído por Rajoy sobre los
impuestos, tanto el del día de su investidura: "Decir siempre la verdad,
aunque duela, decir la verdad sin adornos y sin excusas, llamar al pan,
pan y al vino, vino," como el de veces anteriores. Está roto ese
compromiso, y seguramente Rajoy lo da por amortizado.
Ahora
a la ciudadanía le preocupa mucho más que no dé la cara para explicar
las medidas de corrección del déficit público, tanto referidas a las
subidas de impuestos (IRPF, rentas de ahorro, IBI, etcétera) y no
actualización del poder adquisitivo de las pensiones como a la
congelación salarial de los trabajadores adscritos a la Administración.
Preocupa
que no lidere la situación económica de España. La incertidumbre es no
saber a dónde ni por donde nos llevan con estas medidas de corrección
del déficit público, porque medidas semejantes han ocasionado en Grecia e
Irlanda una profunda recesión, con un descenso del PIB real en ambos
países de más del 10%.
Los
ciudadanos constatamos que Rajoy primero oteó la finca desde allende
los Pirineos en compañía de Sarkozy y Merkel y anotó las labores que le
recomendaron hacer en la misma, que bien parecen señalarnos a todos y
cada uno de los españoles el camino de gasta menos, debe menos, hunde la
economía. Pasado un tiempo los ciudadanos le preguntamos: ¿Dónde están
los estímulos: labores previas, siembra y cuidados ulteriores?. Los
brazos no pueden continuar caídos sobre la base de si finca más o menos
esquilmada por los tales o los cuales. Hace falta liderazgo,
estimulaciones no sólo económicas, para impedir que avancemos hacia un
pueblo yermo.
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