Nogales, Escobar y Monago |
Las certezas se abrirían camino el 29 de enero en la Mesa de la Asamblea porque los tres grupos con representación (PP, PSOE e IU) aprobarían la propuesta del PSOE para que en el próximo pleno del Parlamento regional se debatiera la publicación de forma anual de las declaraciones de la Renta de los diputados, pero fue rechazada con los votos de PP e IU. El líder Pedro Escobar justificó la posición en los términos: “El artículo 39.2 del reglamento dice que todos los años se entregarán en la Asamblea pero no se harán públicas. Que cambien el reglamento entonces. Contará con nuestro apoyo". O sea, la coartada de Romanones.
Sin embargo, al día siguiente su
compañero Víctor Casco hizo pública su declaración de la renta de 2011
porque lo considera una obligación. “No tengo nada que ocultar
y soy y siempre he sido un defensor de las paredes de cristal en todo
lo que atañe a la gestión de los dineros públicos”, dijo. Ese día, el
secretario general del PSOE de Extremadura, Fernández Vara, también publicó en su blog un resumen de su declaración y la nómina de diciembre 2012; y los diputados socialistas avanzaron que publicarán
las suyas desde febrero. Ante tanta evidencia, PP e IU reaccionaron. De
nuevo creíamos que la transparencia, segunda oportunidad. El 31 la
noticia era que PP e IU apoyan que se publiquen las declaraciones de la Renta de los diputados desde que hayan tomado posesión. Ese truco lo cuentan por ahí de la forma: “Es como si tuvieras un Seat Panda y le pones la pegatina de un Porsche”. Ese día el PSOE pedía que se publiquen los últimos cinco años.
Al final, el Presidente de la Asamblea, Fernando Manzano, nos cuenta una película de austeridad que te dan ganas de ayudarles a los pobres diputados (y dices tú 373 euros de Renta Básica); que las asignaciones a los grupos parlamentarios: esos 2.000 € x 12 meses x 65 diputados ,a cada uno según su representación, serán cuentas públicas (nuestro dinero y Manzano casi se atreve a pedirnos que le agradezcamos el gesto de transparencia).
También al final, nos dice Manzano que conoceremos las cuentas de los diputados desde el momento que accedieron a la Cámara. Es una lástima, habría sido un gesto de enorme valor saber de 2008, 2009. 2010, 2011. Alejandro Nogales tendría que haber apoyado que afloraran esos datos porque tomó posesión como diputado el 21 de junio de 2011, y antes su huerto; pues eso, nada que ocultar; Escobar ídem que Nogales, y antes maestro; Casco y Vara ninguna objeción porque están por la labor. Qué bien les habría venido poner en marcha lo que Monago exige sobre los papeles de Bárcenas: “tiene que haber una máxima transparencia en este momento y se tienen que dar todas las explicaciones que se tengan que dar”.
La demanda de transparencia en la gestión de lo público junto con el hartazgo de todo tipo de corruptelas hace que para la ciudadanía aparezcan como cómplices todos aquellos que obstaculizan que afloren datos que aunque legales sean vergonzosos; datos que desautoricen a quienes imponen austeridades ajenas. En fin, gusto a la vía muerta. ¿Será larga?
Al final, el Presidente de la Asamblea, Fernando Manzano, nos cuenta una película de austeridad que te dan ganas de ayudarles a los pobres diputados (y dices tú 373 euros de Renta Básica); que las asignaciones a los grupos parlamentarios: esos 2.000 € x 12 meses x 65 diputados ,a cada uno según su representación, serán cuentas públicas (nuestro dinero y Manzano casi se atreve a pedirnos que le agradezcamos el gesto de transparencia).
También al final, nos dice Manzano que conoceremos las cuentas de los diputados desde el momento que accedieron a la Cámara. Es una lástima, habría sido un gesto de enorme valor saber de 2008, 2009. 2010, 2011. Alejandro Nogales tendría que haber apoyado que afloraran esos datos porque tomó posesión como diputado el 21 de junio de 2011, y antes su huerto; pues eso, nada que ocultar; Escobar ídem que Nogales, y antes maestro; Casco y Vara ninguna objeción porque están por la labor. Qué bien les habría venido poner en marcha lo que Monago exige sobre los papeles de Bárcenas: “tiene que haber una máxima transparencia en este momento y se tienen que dar todas las explicaciones que se tengan que dar”.
La demanda de transparencia en la gestión de lo público junto con el hartazgo de todo tipo de corruptelas hace que para la ciudadanía aparezcan como cómplices todos aquellos que obstaculizan que afloren datos que aunque legales sean vergonzosos; datos que desautoricen a quienes imponen austeridades ajenas. En fin, gusto a la vía muerta. ¿Será larga?
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