domingo, 28 de febrero de 2010

La corbata política.

Diario HOY
Carretero, primero por la izquierda
Para unos la corbata representa estatus, para otros es señal de respeto, seriedad, etc. Unos estadistas la utilizan poco (Chávez), otros lo hacen mucho (Obama). Hemos tenido puestas de corbatas muy comentadas: la de Marcelino Camacho (CC OO) en su visita protocolaria al Rey; así como las variadas que José María Fidalgo (CC OO) utilizaba en las conferencias que daba en la fundación FAES, presidida por Aznar. Sin embargo, pasó casi desapercibido que Julián Carretero (CC OO) no se la pusiera para la reunión con el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, en Mérida el 17 de mayo de 2008. Ahora es noticia que sí lo haya hecho para asistir de acompañante a la visita que el empresario Florentino Pérez hizo a Torre de Miguel Sesmero. Anécdotas aparte, lo relevante son aquellos dirigentes que se ponen a su organización como corbata. A esos, hay que echarlos democráticamente.

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