lunes, 13 de junio de 2011

Votos electorales y parlamentarios.

Voz emérita
Vara, Escobar y Monago
El PP consiguió 307.558 votos electorales de los extremeños en las pasadas elecciones del 22M, que son 25.204 menos de la mayoría absoluta (incluso si se le asignaran todos los votos blancos, le seguirían faltando 15.808 votos para obtener dicha mayoría).

Los votos parlamentarios que obtuvo fueron 32, uno menos que la mayoría absoluta. El Estatuto de Autonomía de Extremadura recoge en su artículo vigésimo quinto que el Presidente de la Asamblea propondrá un candidato a la Presidencia de entre los que le sean presentados, quién presentará su programa al Pleno de la Asamblea para ser debatido y proceder a la votación de investidura, en la que será proclamado presidente si obtiene la mayoría absoluta. Caso de no obtenerla, se procederá a una nueva votación cuarenta y ocho horas después de la primera en la que se requerirá mayoría simple. El procedimiento podrá repetirse, con los mismos o diferentes candidatos, cuantas veces lo considere oportuno el Presidente de la Asamblea.

Teniendo en cuenta los resultados del 22M y el procedimiento que establece el Estatuto para la Investidura del Presidente de la Junta, José Antonio Monago (candidato del partido que más votos electorales ha conseguido) puede presentar al Pleno de la Asamblea su programa y recoger los votos parlamentarios que los 65 diputados le concedan: bien de mayoría absoluta, bien de mayoría simple. También podrá hacerlo Guillermo Fernández Vara, candidato del PSOE para el mismo fin. Cosa que es factible si consigue los 33 votos parlamentarios de le suma de socialistas e Izquierda Unida. Dichas organizaciones suman 326.563 votos electorales (son 19.005 votos más que los conseguidos por los populares) y 33 votos parlamentarios, que es mayoría absoluta. Todo esto lo sabe Monago, de ahí que no tenga justificación alguna que haya dicho: “que si llega el caso de que Guillermo Fernández Vara resulte investido Presidente de la Junta de Extremadura, el trato parlamentario que yo voy a tenerle será señor Fernández Vara, no presidente”. Y menos aún que propague que dicho parecer es compartido por alcaldes del PP, siendo él presidente regional de dicho partido. En 2009 fueron los votos parlamentarios de su partido los que hicieron lehendakari a Patxi López en lugar de Juan José Ibarretxe (cuyo partido había obtenido más votos electorales) y en 2007 en Calamonte los votos electorales mayoritarios fueron en del PSOE, pero los otros votos (PP+IU) situaron al popular Salvador Álvarez de alcalde. Sin embargo, a nadie con sentido de la responsabilidad se le ocurre jugar con las palabras acatar, insumisión...

Saber ganar con votos electorales es importante, saber perder por votos parlamentarios es imprescindible en democracia. Una cosa es sentirse presidente de la Junta y otra es serlo, bien con los votos electorales, bien con los votos parlamentarios. Monago ganaría méritos para merecer ser el presidente de todos los extremeños si no cuestiona la aceptación de la voluntad democrática. Sólo nos faltaba que a los problemas actuales nos traiga el PP a Extremadura el batasuno “imperativo legal”. Apenas han pasado unos días desde que nos decían en plena campaña aquello de “centrados en ti” para que nos vengan a poner en solfa a la Asamblea, institución que representa al pueblo extremeño a través de los 65 diputados que han sido elegidos mediante sufragio universal, secreto y directo.

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