Nadie sin escoba

El Periódico Extremadura: "Caballo de espuma"
El patio de los populares no le gusta a cualificados exmilitantes (Santiago Abascal y José A. Ortega Lara ) y están en la línea de hacer otro partido. Elementos imprescindibles del partido en ciernes: defensa contundente de la unidad de España, ilegalización de las organizaciones abertzales, fin de las férreas estructuras de la dirección, son compartidos por significados dirigentes: Alejo Vidal-Quadras , Jaime Mayor Oreja , Esperanza Aguirre ...

El patio de los socialistas no tiene en su interior amenazas de crear partido nuevo, pero la lesión producida se basta por sí misma para actuar como contundente aluminosis. El antídoto de la conferencia política del pasado noviembre se constata como flor de un día, pues los potenciales votantes certifican que no les gusta el patio actual por falta de renovación, líder y programa que ilusione.

Mientras tanto el patio de la Izquierda Plural se muestra como el que reúne las condiciones necesarias para crecer a lo alto y a lo ancho. De la generosidad de cada uno de los vecinos que lo conforman, y principalmente Izquierda Unida, dependerá la construcción de un gran patio alternativo.

Recientes pronunciamientos de dirigentes políticos del PP sobre temas de gran importancia (financiación autonómica, interrupción del embarazo) parecen indicar fuerte beligerancia entre convecinos pero la realidad será como muestran las encuestas electorales: a la hora de digerir asuntos propios tienen estómago poco delicado. Tampoco andan con mal estómago los cargos que compartiendo las tesis de Abascal/Ortega guardan silencio ante la posibilidad de quedar cobijados en el patio del Parlamento de Europa. Sin embargo, las izquierdas presentan casi siempre estómagos delicados a la hora de compartir platos. Algunos del PSOE y bastantes de la Izquierda Plural afrontan ese plato como indigerible. Más aún, los tres diputados izquierdistas de Extremadura constatan que prefieren compartir mesa y mantel con el PP.

Nadie sin escoba en 2014, de entrada. Frente a quienes barren para sí y, de paso, para su casa, debemos estar los demás y no dejar de barrer hasta acabar con el negocio de la Transición impuesta. Barrer para que la decencia y la ética sea realidad. Barrer hasta que podamos decir: Sí nos representan.