sábado, 28 de enero de 2012

Nueva estratificación de las enseñanzas medias.

Nosolomérida
Marcha contra la LODE en Madrid, 16.12 1983
El 13 de septiembre de 1990 y con el Gobierno de Felipe González, el Congreso de los Diputados ratificó la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo la Educación por 205 votos favorables, 89 contrarios (los del PP) y tres abstenciones.

El no reconocimiento de la gratuidad absoluta de las etapas de escolaridad no obligatoria (preescolar, bachillerato y formación profesional) y la reducción del bachillerato a sólo dos años, fueron las razones esgrimidas por los populares para no apoyarla. La LOGSE recogía que el nivel de educación secundaria comprenderá: a) La etapa de educación secundaria obligatoria, que completa la enseñanza básica y abarca cuatro cursos académicos, entre los doce y dieciséis años de edad; b) El bachillerato, con dos cursos académicos de duración a partir de los dieciséis años de edad.

El 24 de diciembre de 2002 y con el Gobierno de José María Aznar, el BOE publicó la Ley Orgánica de Calidad Educativa (LOCE); establecía que la etapa de Educación Secundaria Obligatoria comprenderá cuatro años académicos, que se cursarán ordinariamente entre los doce y los dieciséis años. El Bachillerato comprenderá dos cursos académicos (en lugar de los tres que defendieron en 1990).

El 4 de mayo de 2006 y con el Gobierno de José Luis R. Zapatero, es publicada la Ley Orgánica de Educación (LOE) en el BOE, donde se recoge: La etapa de educación secundaria obligatoria comprende cuatro cursos, que se seguirán ordinariamente entre los doce y los dieciséis años de edad. El bachillerato comprende dos cursos.

En abril de 2009 el ministro Gabilondo propone un “gran pacto” por la Educación. A esta iniciativa respondió el Partido Popular, 18 de enero de 2010, con el Documento de Propuestas para un Pacto por la Reforma y Mejora de la Educación en España, entre las que estaba: "Organizar en dos ciclos la Educación Secundaria: Educación Secundaria General (3 años de duración, de 12 a 15 años) y Educación Secundaria Superior (3 años de duración, de 15 a 18 años)"; ésta última con dos vías, Bachillerato y Formación Profesional".(Los populares retomaban los tres cursos de Bachillerato defendidos en 1990, y que no habían recogido en la LOCE)

Posteriormente, 22 de abril, Gabilondo presentó el Documento de Pacto Social y Político por la Educación, entre cuyas propuestas se encontraba que el 4º curso de Educación Secundaria Obligatoria tendría carácter orientador y se organizaría en dos opciones: una orientada hacia estudios generales (Bachillerato), y otra hacia estudios profesionales (Ciclos formativos de formación profesional de Grado Medio).

Días después, 6 de mayo, el PP hizo pública su Posición en relación al Pacto sobre la Reforma del Modelo Educativo en el que manifestaban: "En el Pacto que propone el Gobierno no hay ni ambición ni vocación reformadora. No sirve para resolver los graves problemas de la educación en nuestro país. Tendremos desgraciadamente que esperar a mejor ocasión". Remitían al Documento del 18 de enero a quienes quisieran conocer los enfoques, pilares y objetivos que consideraban imprescindibles.

Gabilondo llevó objetivos del non nato Pacto Social y Político por la Educación al BOE, en el que, 30 de julio de 2011, era publicado el Real Decreto por el que organiza 4º ESO, PCPI, Certificado Oficial Estudios Obligatorios, así como otras modificaciones que básicamente entrarían en vigor el curso próximo.

En noviembre conocíamos el programa electoral del PP para las elecciones del 20N, donde se recogía la medida: "La educación secundaria tendrá una organización más flexible, que ofrezca vías formativas de acuerdo con los intereses, motivaciones y progresos de los alumnos. El bachillerato constará de 3 cursos, el primero de los cuales tendrá carácter de curso de iniciación". Este compromiso fue reiterado por Mariano Rajoy el pasado 19 de diciembre en su Discurso de Investidura. Quedaba la duda de si la Secundaria General sería de tres años de duración o de cuatro como hasta ahora.

Este jueves ha sido el ministro Wert quién lo ha quedado claro: a) La reforma pasa por aumentar un curso al bachillerato para quitárselo a la ESO; b) Aprobar la norma este año; c) Derogar la normativa Gabilondo de itinerarios de 4º ESO. Y lo ha dicho sabiendo que hay muchísima gente de acuerdo con ampliar un año el bachillerato (CCOO, UGT, Ceapa, Escuelas Católicas), pero no a costa de menos ESO. Según Mariano Fernández Enguita, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense, para lograr el éxito generalizado en la enseñanza del alumnado, "el PP va a optar por declararlos desiguales en derechos y capacidades para consagrar las desigualdades sociales como diferencias personales porque cuadra con su idea de una sociedad desigual, con seres superiores e inferiores, y se lo pide buena parte del profesorado"; lo recoge en su análisis: ”Trocear la secundaria común”.

En cuanto al alumnado, hay quienes interpretan que significará la segregación del alumnado y la expulsión directa del sistema educativo de los rezagados; otros dan razones de inoportunidad porque los alumnos tendrán que elegir de manera prematura. Lo cierto es que sacar de la vía común a los académicamente peores es una dejación en la función que debe tener la escuela de compensar las desigualdades individuales y colectivas. Podría evitase retrasando la llegada a la universidad a los 19 años, como ocurre en Finlandia, Italia, Suecia, Luxemburgo, etcétera.

Quienes situaban el elemento ideológico en todas las reformas educativas que desarrollaron el artículo 27 de la Constitución Española de 1978, lo constatan en esta nueva pretendida modificación de la estructura del Sistema Educativo. Lo que para unos serán excesos de la reforma, otros lo registrarán como insuficiente. También es muy probable que “el cuanto peor mejor” haga acto de presencia en escenarios educativos muy concretos, junto con iniciativas políticas para contribuir a hacer subsidiaria una red.

En Extremadura, de entrada, muchos docentes de la enseñanza concertada verán modificadas sus condiciones de trabajo (jornada, salarios, etcétera) con la aplicación de la reforma anunciada. Será en los centros dónde no haya alternativas a la supresión de 4º ESO; dependerá de las características del centro (líneas concertadas) y de su ubicación (localidad, zona).

Presidente de ADECEX

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