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| Nogales, Escobar y Casco |
Si el CRIUEX votaba apoyar a Fernández Vara como presidente, el caso Nogalazo supondría
un escándalo político con repercusiones negativas para el conjunto de
la organización y para los dos diputados de IU: Pedro Escobar y Víctor
M. Casco. De ahí que los pasos dados hasta ese día se encaminarían a
conseguir que en la votación del CRIUEX ganara la abstención dijera lo
que dijera la Dirección Federal.
Más
tarde vinieron los anuncios de apertura de expedientes por parte de lU
Federal a los tres diputados extremeños por su abstención; la dimisión
de la mitad de la dirección extremeña de IU por desacuerdos notables con
la misma; la aprobación de los PGEX para 2012 con la abstención de de
los tres diputados de IU; las elecciones del 20-N y las del 25-M.
Los
resultados de estas últimas en Andalucía han puesto nuevamente en
primera línea informativa la situación política de Extremadura: gobierno
de la derecha teniendo más diputados la izquierda. Mientras en
Andalucía, su coordinador Diego Valderas manifiesta que "Sabemos dar trigo y repartirlo. Nadie va a ver a IU de Andalucía huyendo de su responsabilidad",
en Extremadura, Escobar afirma que cree que no hay razones para
reconsiderar su apoyo al Gobierno del PP y, a la vez, califica de éxito
la huelga del 29-M en la que participó contra el mismo gobierno que
manifiesta sostener.
Pero por encima de todo, es ahora cuando Escobar manifiesta claramente la misma posición que recoge el diario El Mundo de 19 de junio de 2011 de su compañero Nogales; está en su afirmación "El PSOE merece caer, se lo ha ganado a pulso".
Dejar
caer, suena a revancha, venganza y castigo, y hasta podría entenderse
que tuvo su momento. La falta de compromiso y la nula capacidad de
asumir responsabilidades parece estar detrás de la negativa de ayuda y
colaboración al supuesto caído. Esa negativa sitúa en el terreno de la
inutilidad política a los tres diputados izquierdistas y a la actual
dirección extremeña de IU.
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