sábado, 12 de octubre de 2019

En la memoria, los colonos y sus familias

Nosolomérida.es
De los colonos  y sus familias fue de lo primero que me acordé el miércoles pasado, 9 de octubre, cuando eran eliminados los dos símbolos franquistas que estaban instalados en la fachada del Ayuntamiento del municipio en el que nací, Guadiana del Caudillo.

La placa de homenaje al dictador Franco “como modesta ofrenda a sus constantes entusiasmos en pro de la labor colonizadora” y el escudo preconstitucional eran per se la representación viva del Régimen. Ese Régimen que inoculó temor y miedo a tantos durante tanto tiempo, y que causó tanto sufrimiento.

En julio de 1981, y en calidad de estudiante universitario, entregué al profesor Julio Fernández Nieva (QED) el trabajo de investigación que 
realicé durante años en mi pueblo, y que titulé “Colonos Colonizados. El largo camino de acceso a la propiedad”.

Tantos años de cruel Régimen, y estando tan cercano el enterramiento del dictador, eran condiciones suficientes para entender por qué los colonos me exigían que tapara sus nombres de los documentos que me facilitaban para dicho trabajo. El 23-F de ese año certificaba las razones de sus miedos.

“Ya cayó, dijo un vecino en el momento que el escudo fue arrancado de la fachada. “Tanta paz lleves, como descanso dejas”, dijo una vecina cuando la placa era depositada en el maletero de una furgoneta para trasladarla al Museo Arqueológico de Badajoz.

Esos dos símbolos franquistas eliminados de la fachada reparan muy levemente las injusticias a las que fueron sometidos. Siempre tendremos presente su dignidad, la de ellos y sus familias.

Poco a poco se va cerrando un círculo ignominioso.

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