domingo, 23 de junio de 2013

Pactos del bien común

Nosolomérida
Rubalcaba y Rajoy en La Moncloa
Los grupos parlamentarios del PP y el PSOE registraron el pasado 13 de junio en el Congreso la proposición no de ley que plantea una posición común ante el Consejo Europeo de 27 y 28 de junio, después de que el resto de los grupos hayan rechazado sumarse al pacto. Después tuvo lugar la escenificación del pacto en La Moncloa por parte de los principales actores, Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba, así como las buenas palabras: “con este acuerdo gana España y el conjunto de ciudadanos españoles, y el principal objetivo es unir fuerzas para que España gane en el Consejo Europeo”, dijeron respectivamente sendos actores.(Lo mismo manifestaron Zapatero y Rajoy a finales de agosto de 2011 cuando pactaron la propuesta de reforma para el nuevo artículo 135 de la Constitución. “Al objeto de fortalecer la confianza en la estabilidad de la economía española a medio y largo plazo”, nos dijeron PSOE y PP por escrito).

El proceder del PSOE con este pacto ha sido similar al del nuevo 135 porque apenas lo ha explicado a la opinión pública y al propio grupo socialista en el Congreso. Hecho que ha levantado ampollas entre sus diputados (No necesitamos un pacto, necesitamos una alternativa , Antonio Manuel Carmona) y reabierto el debate interno sobre qué tipo de estrategia política que debería llevar a cabo el principal partido de la oposición. Atribuyeron a Eduardo Madina, secretario general del grupo parlamentario del PSOE en el Congreso, que no veía la necesidad de oxigenar al gobierno Rajoy; después vimos y oímos como él lo negó al ser requerido por la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano por su supuesta posición ante el pacto. Por su parte, Fernández Vara lo dejó claro: “el 99% de la ciudadanía está demandado que Gobierno y oposición alcancen acuerdos”, y también el Comité Regional del PSOE: “estamos en política para solucionar los problemas de la gente. De ahí la necesidad de hablar y llegar a acuerdos que palien la difícil situación de Extremadura”.

Desde otros ángulos manifiestan que tanto la constante caída del bipartidismo como que sigue empeorando la valoración de Rajoy y Rubalcaba, son elementos determinantes para concluir que el pacto responde a la soledad de sus firmantes, cuya imagen representa la de un clinch entre dos boxeadores (y dicho de otra forma y a modo de pregunta: rompehielos o espejismo). También está la contundencia de Julio Anguita: “si IU lo hubiera apoyado, me hubiera dado de baja”, y la respuesta de Cayo Lara reclamando votos Europeas 2014 para tumbar el primero: el sangrante 135, y de paso acabar políticamente con los del sidecar en el que Rajoy conduce y Rubalcaba acompaña. Por su parte, los sindicatos CCOO y UGT demandan que del Consejo Europeo salgan iniciativas, propuestas y recursos que se correspondan con la gravedad de la situación en España y en el conjunto de la Unión Europea. “Esta debería ser la tarea fundamental en que se empeñase el Gobierno español en estos momentos, para lo que sería muy importante que tratara de establecer una política fuerte de alianzas con otros gobiernos más proclives al cambio en la orientación de las políticas europeas”, defiende Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO.
Valenciano y Vara

También dicen que PP/PSOE están manos a la obra para otro pacto, la reforma de las Administraciones Públicas. Reforma que según Lara servirá para recortar servicios y democracia; y traerá daños sociales y escaso ahorro, según expertos. Además, aparecen muchas voces críticas diciendo que los intereses políticos son la coartada que esconde el refuerzo de las Diputaciones: ”Son instancias caciquiles y además muy politizadas, y supone en la práctica ofrecer más de 1.000 puestos políticos directos a los dos grandes partidos, a los que hay que sumar toda la cantidad de asesores, cargos también absolutamente de carácter político; es muy difícil que voluntariamente quieran renunciar a ese volumen de puestos”.

En fin, que siempre contarán con la compresión y justificación de quienes andan con la pregunta de si PP y PSOE la misma mierda es, así como con los consejos y reflexiones del líder de Syriza, Alexis Tsipras, quién le pidió recientemente a Rubalcaba que vire a la izquierda en lugar de buscar pactos con la derecha. Y siempre con nuestra memoria, como vamos a olvidarnos de la sentencia: “Que caiga España que ya la levantaremos nosotros" del ministro Cristóbal Montoro a la diputada de Coalición Canaria Ana Oramas en mayo 2010, a quién presionó para que votara en contra del paquete de recortes presentado por el entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, a sabiendas de que España sería intervenida si no se aprobaban las medidas.

¿Pactos tácticos, patrióticos, del bien común?, allá ellos. El tiempo nos lo dirá a todos.

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